Ropas Inteligentes
Los más recientes experimentos en una atrevida línea de investigación indican que la ropa capaz de recibir y transmitir eficientemente información digital está ya muy cerca de la realidad.
El equipo de Asimina Kiourti y John Volakis, de la Universidad Estatal de Ohio en la ciudad estadounidense de Columbus, que lleva tiempo trabajando en el desarrollo de electrónica que se pueda llevar encima, ha alcanzado un hito: Estos científicos son capaces de bordar circuitos en tela con una precisión de 0,1 mm, el tamaño perfecto para integrar componentes electrónicos, tales como sensores y dispositivos de memoria informática, en la ropa.
Con este avance, Volakis y Kiourti han efectuado un nuevo y prometedor paso hacia el diseño de tejidos textiles que permita confeccionar ropa capaz de recoger, almacenar o transmitir información digital. Con un mayor desarrollo, la tecnología podría colocarse en camisetas que actúen como antenas para nuestro smartphone o tableta, en ropa de ejercicio que vigile nuestro nivel físico, equipamientos deportivos que controlen el rendimiento de los atletas, un vendaje que le diga a nuestro médico lo bien que está sanando nuestro tejido bajo él, o incluso un gorro flexible de tela que pueda detectar la actividad del cerebro.
Hacia esa última aplicación, Volakis y Kiourti están investigando con especial interés. Su idea es fabricar implantes cerebrales (como los que están siendo desarrollados para tratar afecciones como la epilepsia o la adicción) más cómodos, eliminando la necesidad de cableado externo sobre el cuerpo del paciente.
Volakis y Kiourti han perfeccionado su método patentado de fabricación para crear prototipos de dispositivos que se puedan llevar encima a una fracción del coste y en la mitad del tiempo, en comparación con lo conseguido hace solo dos años.
Estos tejidos electrónicos son creados parcialmente en el laboratorio de Volakis mediante una típica máquina de coser de sobremesa, del tipo que los artesanos y aficionados a coser pueden tener en casa. Como otras máquinas de coser modernas, borda el hilo sobre una tela de manera automática, con arreglo a un patrón cargado a través de un archivo informático. Los investigadores sustituyen el hilo convencional con finos hilos metálicos de plata que, una vez bordados, no impiden que la prenda proporcione la misma sensación al tacto que una confeccionada mediante hilo tradicional.
